Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

Voy a contestar a una inculpación indirecta, pero finalmente expresada, que el Sr. Labra me ha dirigido, porque ayer no di respuesta a una de las indicaciones de S.S.

A muchas cosas no contesté ayer que me importaba dejar contestadas, y esta fue una de ellas; pero S.S. no debe atribuirlo más que al deseo que yo tenía de que saliéramos pronto de aquel debate irregular, y entrásemos en el orden del día y en la discusión del proyecto de reformas militares que está sobre la mesa; por esto, y sólo por esto dejé de contestar a algunas observaciones, aunque buenas ganas se me pasaron de hacerlo.

Por lo demás, el Sr. Labra debe comprender que los presupuestos de Ultramar están en situación muy diferente a los de la Península, y que la ley constitucional tiene establecido un precepto, en virtud del cual, cuando no pueden ser aprobados los presupuestos en tiempo oportuno, rigen los del año anterior que hayan sido votados; y como la casualidad hace que los presupuestos de Ultramar resulten votados por las Cortes del año anterior, no hay conflicto, aunque la discusión de los que ahora se han presentado, no quede terminada antes de 1º de julio. Quiere decir, que si los presupuestos de Ultramar no quedan terminados hasta el 15 o hasta el 31 de julio, regirán los presupuestos vigentes hasta esa fecha, y los nuevos empezarán a regir desde que estén terminados.

Todo se hace suave y normalmente, y no hay que preocuparse de ello, en los términos en que S.S. lo ha hecho. No quiero decir con esto que no haya prisa. La hay, porque existe una diferencia notable entre el presupuesto de este año y los del año anterior; y como esa diferencia es favorable a Cuba y Puerto Rico, claro es que hay prisa para que aquellas Islas disfruten de los beneficios del nuevo presupuesto; ni conflicto legal, porque regir el presupuesto actual hasta que esté terminado el que se halla pendiente del dictamen de la Comisión.

Deseo que el presupuesto de Ultramar sea discutido; pero no sucede respecto de él lo que respecto de los presupuestos de la Península, que deben estar discutidos antes de 1º de julio; y puesto que se trata de presupuestos nuevos, que deben ser examinados detenidamente; como el Gobierno los ha presentado con el mejor propósito para hacer las economías posibles, el Gobierno no tiene inconveniente en que la Comisión se tome el tiempo preciso, aunque le suplica que sea el menor posible, para que haga el estudio que el asunto exige, y si forma el presupuesto en sentido beneficioso para Cuba y Puerto Rico, el Gobierno aceptará ese beneficio, como aceptará con gusto todas las mejoras que hagan las Cortes en la discusión. [3915]